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Législation concernant les activités religieuses et l’organisation des cultes

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Accord du 28 juillet 1976 entre le Saint-Siège et le Gouvernement espagnol relatif au renoncement au privilège du for et à la nomination des évêques

BOE n. 230, 24 septembre 1976, p. 18664

Le Saint-Siège et le Gouvernement espagnol,
Vu le profond processus de transformation que la société espagnole a connu ces dernières années, notamment en ce qui concerne les relations entre la communauté politique et les confessions religieuses, et entre l’Eglise catholique et l’Etat ;
Considérant que le Concile Vatican II à son tour a établi comme principes fondamentaux auxquels doivent se conformer les relations entre la communauté politique et l’Eglise, tant l’indépendance mutuelle des deux parties, dans leur domaine propre, qu’une saine collaboration entre elles ; affirmé la liberté religieuse comme droit de la personne humaine qui doit être reconnu dans l’ordre juridique de la société ; et enseigné que la liberté de l’Eglise est un principe fondamental des relations entre l’Eglise et les pouvoirs publics et tout l’ordre civil ;
Etant donné que l’Etat espagnol a inscrit dans ses lois le droit à la liberté religieuse fondé sur la dignité de la personne humaine (Loi du 1er juillet 1967) et a reconnu dans son ordre juridique qu’il doit y avoir des normes adaptées au fait que la majorité du peuple espagnol professe la religion catholique ;
Jugent nécessaire de réglementer au moyen d’accords spécifiques les matières d’intérêt commun qui, dans les nouvelles circonstances apparues depuis la signature du Concordat du 27 août 1953, requièrent une nouvelle réglementation ; s’engagent par conséquent à entreprendre d’un commun accord l’étude de ces différentes matières pour parvenir dès que possible à la conclusion d’accords qui remplaceront graduellement les dispositions correspondantes du Concordat en vigueur.
Par ailleurs, en tenant compte du fait que la libre nomination des évêques et l’égalité de tous les citoyens face à l’administration de la justice sont prioritaires et particulièrement urgentes dans la révision des dispositions du Concordat en vigueur, les deux parties contractantes concluent, comme première phase de cette révision, ce qui suit :

ACCORD

Article 1

1. La nomination des archevêques et évêques est de la compétence exclusive du Saint-Siège.
2. Avant de procéder à la nomination des archevêques et évêques résidentiels et des coadjuteurs avec droit de succession, le Saint-Siège notifiera au Gouvernement espagnol le nom de la personne désignée au cas où il existerait d’éventuelles objections concrètes d’ordre politique général, dont l’évaluation relèvera de la prudente considération du Saint-Siège.
On estimera qu’il n’existe pas d’objections si le Gouvernement ne les a pas manifestées dans un délai de quinze jours
Les démarches correspondantes seront maintenues secrètes par les deux parties.
3. L’affectation au poste de vicaire général militaire se fera en proposant une liste de trois noms établie d’un commun accord entre la Nonciature apostolique et le Ministère des affaires étrangères et soumise à l’approbation du Saint-Siège. Le Roi présentera, dans un délai de quinze jours, l’un de ces noms pour sa nomination par le Pontife Romain.
4. L’article 7 et le paragraphe 2 de l’article 8 du Concordat en vigueur sont abrogés, ainsi que l’Accord du 7 juin 1941 conclu entre le Saint-Siège et le Gouvernement espagnol.

Article 2

1. L’article 16 du Concordat en vigueur est abrogé.
2. Si un clerc ou un religieux fait l’objet d’une poursuite en matière criminelle, l’autorité compétente le notifiera à son ordinaire respectif. S’il s’agit d’un évêque ou d’une personne d’un rang équivalent selon le droit canonique, la notification sera faite au Saint-Siège.
3. En aucun cas les clercs et les religieux ne pourront être convoqués par les juges ou d’autres autorités pour donner des informations sur les personnes ou les matières dont ils auraient eu connaissance en raison de leur ministère.
4. L’Etat espagnol reconnaît et respecte la compétence propre des tribunaux de l’Eglise pour les délits qui violent exclusivement une loi ecclésiastique conforme au droit canonique. II n’y aura aucun recours possible devant les autorités civiles contre les décisions de ces tribunaux.
Le présent accord, dont les textes en langue espagnole et italienne font également foi, entrera en vigueur au moment de l’échange des instruments de ratification.

Fait en double original.
Cité du Vatican, 28 juillet 1976.
Marcelino Oreja Aguirre, Ministre des affaires étrangères
Giovanni Villot, Secrétaire d’Etat, Conseil pour les affaires de l’Eglise

(Traduction : SDRE)

Espagnol

Instrumento de Ratificación de España al Acuerdo entre la Santa Sede y el Estado Español, hecho en la Ciudad del Vaticano el 28 de julio de 1976

(Acuerdo de 28 de abril de 1976, relativo a la renuncia al privilegio del fuero y al nombramiento de obispos)

BOE n. 230, 24 septiembre 1976, p. 18664

Don Juan Carlos I, Rey de España
Por cuanto el día 28 de julio de 1976, el Plenipotenciario de España firmó en la Ciudad del Vaticano, juntamente con el Plenipotenciario de la Santa Sede, nombrado en buena y debida forma al efecto, el Acuerdo entre la Santa Sede y el Estado Español.
Vistos y examinados los dos artículos que integran dicho Acuerdo,
Oída la Comisión de Asuntos Exteriores de las Cortes Españolas, en cumplimiento de lo prevenido en el artículo 14 de su Ley Constitutiva,
Vengo en aprobar y ratificar cuanto en él se dispone, como en virtud del presente lo apruebo y ratifico, prometiendo cumplirlo, observarlo y hacer que se cumpla y observe puntualmente en todas sus partes, a cuyo fin, para su mayor validación y firmeza,
Mando expedir este Instrumento de Ratificación firmado por Mí, debidamente sellado y refrendado por el infrascrito Ministro de Asuntos Exteriores
Dado en San Sebastián a diecinueve de agosto de mil novecientos setenta y seis.
Juan Carlos R.
El Ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja Aguirre

ACUERDO ENTRE LA SANTA SEDE Y EL ESTADO ESPAÑOL

La Santa Sede y el Gobierno español,
a la vista del profundo proceso de transformación que la sociedad española ha experimentado en estos últimos años, aun en lo que concierne a las relaciones entre la comunidad política y las confesiones religiosas y entre la Iglesia Católica y el Estado ;
Considerando que el Concilio Vaticano II, a su vez, estableció como principios fundamentales, a los que deben ajustarse las relaciones entre la comunidad política y la Iglesia, tanto la mutua independencia de ambas Partes, en su propio campo, cuanto una sana colaboración entre ellas ; afirmó la libertad religiosa como derecho de la persona humana, derecho que debe ser reconocido en el ordenamiento jurídico de la sociedad ; y enseñó que la libertad de la Iglesia es principio fundamental de las relaciones entre la Iglesia y los Poderes Públicos y todo el orden civil ;
Dado que el Estado español recogió en sus leyes el derecho de libertad religiosa, fundado en la dignidad de la persona humana (Ley de 1 de julio de 1967), y reconoció en su mismo ordenamiento que debe haber normas adecuadas al hecho de que la mayoría del pueblo español profesa la Religión Católica, juzgan necesario regular mediante Acuerdos específicos las materias de interés común que en las nuevas circunstancias surgidas después de la firma del Concordato de 27 de agosto de 1953 requieren una nueva reglamentación ; se comprometen, por tanto, a emprender, de común acuerdo, el estudio de estas diversas materias con el fin de llegar, cuanto antes, a la conclusión de Acuerdos que sustituyan gradualmente las correspondientes disposiciones del vigente Concordato.
Por otra parte, teniendo en cuanta que el libre nombramiento de Obispos y la igualdad de todos los ciudadanos frente a la administración de la justicia tienen prioridad y especial urgencia en la revisión de las disposiciones del vigente Concordato, ambas Partes contratantes concluyen, como primer paso de dicha revisión, el siguiente :

ACUERDO

Artículo 1

1) El nombramiento de Arzobispos y Obispos es de la exclusiva competencia de la Santa Sede.
2) Antes de proceder al nombramiento de Arzobispos y Obispos residenciales y de Coadjutores con derecho a sucesión, la Santa Sede notificará el nombre del designado al Gobierno español, por si respecto a él existiesen posibles objeciones concretas de índole política general, cuya valoración corresponderá a la prudente consideración de la Santa Sede.
Se entenderá que no existen objeciones si el Gobierno no las manifiesta en el término de quince días.
Las diligencias correspondientes se mantendrán en secreto por ambas Partes.
3) La provisión del Vicariato General Castrense se hará mediante la propuesta de una terna de nombres, formada de común acuerdo entre la Nunciatura Apostólica y el Ministerio de Asuntos Exteriores y sometida a la aprobación de la Santa Sede. El Rey presentará, en el término de quince días, uno de ellos para su nombramiento por el Romano Pontífice.
4) Quedan derogados el artículo 7 y el párrafo segundo del artículo 8 del vigente Concordato, así como el Acuerdo estipulado entre la Santa Sede y el Gobierno español el 7 de junio de 1941.

Artículo 2

1) Queda derogado el artículo 16 del vigente Concordato.
2) Si un clérigo o religioso es demandado criminalmente, la competente Autoridad lo notificará a su respectivo Ordinario. Si el demandado fuera Obispo, o persona a él equiparada en el Derecho Canónico, la notificación se hará a la Santa Sede.
3) En ningún caso los clérigos y los religiosos podrán ser requeridos por los jueces u otras Autoridades para dar información sobre personas o materias de que hayan tenido conocimiento por razón de su ministerio.
4) El Estado español reconoce y respeta la competencia privativa de los Tribunales de la Iglesia en los delitos que violen exclusivamente una Ley eclesiástica conforme al Derecho Canónico. Contra las sentencias de estos Tribunales no procederá recurso alguno ante las Autoridades civiles.
El presente Acuerdo, cuyos textos en lengua española e italiana hacen fe por igual, entrará en vigor en el momento del canje de los instrumentos de ratificación.

Hecho en doble original.
Ciudad del Vaticano, 28 de julio de 1976.
Marcelino Oreja Aguirre Cardenal, Ministro de Asuntos Exteriores
Giovanni Villot, Secretario de Estado, Prefecto del Consejo para los Asuntos de la Iglesia

El presente Acuerdo entró en vigor el 20 de agosto de 1976, fecha del Acta de Canje de los Instrumentos de Ratificación de las Partes.
Lo que se hace público para conocimiento general.
Madrid, 15 de septiembre de 1976
El Secretario general Técnico del Ministerio de Asuntos Exteriores, Fernando Arias-Salgado y Montalvo